La patronal del fútbol español hizo pública ayer la creación de LaLiga North América, una filial conjunta a 15 años y participada al 50% por ambas partes, que entre sus objetivos incluye «la disputa de un partido de la temporada oficial en Estados Unidos, el primero que se jugará fuera de Europa». La intención es que sea el Madrid o el Barcelona el club protagonista de este encuentro. Si el aficionado a este deporte se quejaba por tener que pagar para ver un partido por televisión, ahora encontrará otro motivo de queja, sobre todo si es socio o abonado de uno de los dos grandes clubs. ¿Cuántos seguidores podrán permitirse asistir a un partido al otro lado del Atlántico? El fútbol español es ya más negocio que deporte.