En ocasiones, se necesitaría tener una psicología sobrenatural para entender muchas actitudes del ser humano. Se producen varias contradicciones incomprensibles e impropias del siglo XXI. Sobre todo, en nuestra capital, Córdoba, y pongo dos ejemplos muy fáciles de entender:

1) Todo el mundo sabe que somos una de las ciudades con más paro de España. Que estamos en unos niveles muy alarmantes de desarrollo económico. Que cada vez se van más jóvenes a trabajar fuera de nuestra provincia. Y mientras tanto, ahora nos enteramos que el anterior gobierno municipal ha dejado sin tramitar 3.000 licencias de obra. ¡Sorprendente! Esto no ocurre en ningún otro territorio. Me gustaría saber a qué se dedicó el anterior presidente de Urbanismo, aparte de tomar cafelito, criticar a la derecha y luchar en contra de la Iglesia. ¡Señores!, si no somos ágiles, ni productivos en el trabajo: ¿qué hacemos en esta vida, y, lo más grave, desempeñando cargos públicos? Es más, su política no ha sido para nada acertada, ni mucho menos.

2) Todo el mundo se alegra de ver una calle arreglada y bien asfaltada, sin adoquines ni piedras. Por lo visto, hay ciertos vecinos quejándose por las obras en la calle Gutiérrez de los Ríos. ¡Señores: ¿Qué queremos? Bien es verdad que están tardando demasiado. No se puede poner en un solo día 5 losetas nada más (un ejemplo). Hay que tener más agilidad. Caminan demasiado lento, aunque una vez terminada la calle, se va a quedar de maravilla. Eso sí: que a nadie se le olvide que también tienen que arreglar la parte alta de Las Esparterías.

<b>Rafael Ayala Marín</b>

Córdoba