La tramitación de expedientes en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento es tan lenta que está produciendo «un colapso importante», según lo expresó el presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz, en su reunión con el presidente de este organismo, el primer teniente de alcalde, Pedro García. La queja de los empresarios, que ha estado precedida por la del Colegio de Arquitectos y que no hace sino trasladar las múltiples protestas que llegan a la patronal cordobesa, alude a una maquinaria administrativa lenta y desordenada, que convierte la obtención de licencias, incluso para pequeños negocios o actividades menores, en una odisea. El presidente de la Gerencia no lo desmiente, aunque atribuye al PP la reducción de personal en su etapa de gobierno y señala que, con la mejoría de la actividad económica, la plantilla tiene dificultades para asumir la carga de trabajo. Sin pretender negar esta explicación, lo cierto es que las quejas sobre la Gerencia de Urbanismo no son nuevas ni recientes, ni atribuibles a los actuales gestores municipales. Desde hace muchos años, y con diversos equipos de gobierno municipal, la fama de retrasos y dificultades con que se encuentran los administrados en Urbanismo es legendaria. Bueno es, por tanto, que un responsable político admita la realidad y proponga soluciones, como la gestión telemática --que debería existir en todas las administraciones-- y el sistema de «declaración responsable», por el cual se concede la licencia a expensas de posterior comprobación de los datos aportados por el solicitante. Para esta declaración responsable se precisa, al parecer, una ordenanza específica, que el Ayuntamiento podría tener en vigor para final de año. Aplíquense, pues, estas acciones, junto con una reorganización interna que mejore la productividad y, si es preciso, con nuevas contrataciones para no retrasar los ya de por sí escasos proyectos económicos que surgen en Córdoba.