Recuerdo con nostalgia aquellos primeros años 90 cuando, siendo universitaria, me subía al tren regional que casi cada lunes con las primeras luces del día me llevaba a Sevilla y casi cada viernes por la tarde me devolvía al pueblo. Desde Jaén hasta Huelva, éramos muchos los estudiantes que nos subíamos en las numerosas paradas que hacía en todo el recorrido. Era la forma más cómoda de desplazarnos, además de más barata no solo que el coche, sino también que el autobús, que además dependía del tráfico. No había cercanías y ya eran los últimos coletazos de un servicio que vertebraba Andalucía de este a oeste y unía diariamente a cuatro provincias. Ese tren regional desapareció y con él se fueron abandonando las viejas estaciones de numerosos pueblos, que hoy ven pasar de largo el tren.

Hoy hay muchos más estudiantes que entonces, y también son muchas más las personas que diariamente se desplazan a Córdoba a trabajar, por no hablar de los cordobeses que en los años previos a la crisis optaron por vivir en los municipios del cinturón de la capital. La creación del consorcio metropolitano ha mejorado algo la comunicación con Córdoba en transporte público, pero los horarios son difícilmente compatibles con la jornada laboral.

Casi 70.000 personas viven solo en los pueblos del corredor ferroviario entre Villa del Río y Palma del Río, y si le unimos la línea hasta Puente Genil, con Aguilar y Montilla, suma en torno a esa misma cifra. Algo menos de la mitad de la población de la capital, que sí dispone de un servicio de autobuses urbanos y no necesita de un cercanías ferroviario tanto como los pueblos del entorno. Pero el Consejo de Ministros ha concedido la declaración de obligación de servicio público a la capital, que tendrá cercanías este año.

Llama la atención que la línea entre Alcolea y Villarrubia dispone de informes que la desaconsejan por su elevado coste y escasa demanda y que precisamente lo que le podría dar rentabilidad sería ampliarla a todo el corredor, en el que se estima que habría 1,5 millones de viajeros anuales. Desconozco por qué el Ayuntamiento de Córdoba no ha apostado por defender la línea completa y no entiendo a la plataforma Metrotrén Ya, que ha pedido que la línea no se extienda a la provincia hasta que no se consolide en la capital. Aunque quizás en los pueblos tampoco se ha conseguido, ni por los alcaldes ni por la plataforma #Nopasesdemí, la movilización necesaria, esa que hizo que una comarca como Los Pedroches disponga hoy de una estación del AVE teniendo el núcleo urbano más cercano a unos diez kilómetros. Quizá haya que empezar por ahí, y habría que hacerlo este mismo año.

Hoy es el Día de Reyes y, como cuando escribo esto aún no han pasado Sus Majestades por mi casa, voy a pedir ese deseo. A ver si ellos, que son magos, me lo conceden.