Los progenitores de Laura Luelmo, han acusado al Estado de «fracasar estrepitosamente». Y no es para menos que una chica joven (yo tengo dos hijas), te la mate un monstruo, porque según las condenas por las que ha estado cumpliendo condena, es un depredador sexual. Este sujeto en cuestión, tendría que haber estado en en la trena hasta el fin de su días. ¿En donde esta el problema? El problema esta en que tenemos unas leyes muy permisivas y un sistema judicial que hace aguas por todos lados y con unos jueces que en la mayoría de los casos se la cogen con papel de fumar (y se los dice alguien que ha estado 34 años haciendo cumplir la ley: considero que tengo un poco de autoridad para saber de lo que estoy hablando).

No se puede evitar que se cometan hechos delictivos. Ahora bien, cuando un policía hace bien su trabajo y luego ese trabajo se traduce en una condena severa acorde con el delito que se haya cometido y no hubiese tanta mano blanda al conceder reducciones de penas o permisos penitenciarios, muchos delitos como el que nos ocupa se evitarían. Pero como no se piden responsabilidades por las decisiones que se toman... Han hecho muy bien los padres de Laura Luelmo de acusar al Estado de su estrepitoso fracaso. Ya esta bien, que se tomen unas decisiones tan a la ligera y máxime cuando se trata de individuos de esta calaña. Bernardo Montoya jamás tendría que haber salido de la cárcel, pero visto lo visto no me extrañaría nada en absoluto que dentro de unos años lo veamos de nuevo en libertad, gracias a unos jueces y a una justicia que son demasiados permisivos. Y luego se quejan constantemente de la imagen de la justicia. Pues ¿saben qué les digo? Hagan bien su trabajo y verán como nadie les critica.