Tras el atentado perpetrado ayer contra una mezquita de Quebec, en el que murieron al menos seis personas, el dirigente canadiense mantiene su espíritu de tolerancia del que hizo gala cuando anunció que, frente al veto de Trump a refugiados y musulmanes, en su país los inmigrantes siempre son bienvenidos. Es grande el agravio comparativo con su vecino norteamericano.H