Las elecciones del pasado domingo, y las que celebraremos a final de mes, no pueden ni deben eclipsar este Primero de Mayo. Un Día del Trabajo que debe poner el acento en la necesidad de abordar, de manera urgente pero sobre todo contundente, las modificaciones que devuelvan a la clase trabajadora la dignidad perdida en los años de crisis. Se han conseguido avances, como el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que establece una subida salarial del 2%, o el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, pero estas medidas siguen siendo insuficientes para revertir una situación que dura ya demasiados años puesto que gran parte de nuestro empresariado, amparado por una reforma laboral que sigue dando alas a abusos y precarización laboral, se resiste a aceptar que sin justicia social no puede haber prosperidad.

CCOO no va a perder el tiempo. Al nuevo Gobierno seguirá reclamando que dé solución a los problemas que perpetúan la crisis política y social que venimos padeciendo. Exigiremos que se garanticen los servicios y empleo público, el sistema público de pensiones, la mejora de los salarios y la protección de las personas que más perjudicadas se han visto por la crisis.

Ha llegado la hora de dar carpetazo a las políticas de austeridad, empezando por la derogación de la reforma laboral del PP, que no ha hecho otra cosa que empobrecer a las trabajadoras y trabajadores mientras las empresas se reparten más beneficios que antes de la crisis. Ha llegado la hora de abordar de forma seria y realista la financiación del sistema público de pensiones para garantizar su mantenimiento y de llevar a cabo la reforma fiscal que permita las políticas públicas que se necesitan para garantizar los servicios sociales, especialmente, la atención a la dependencia, la vivienda o la renta mínima de inserción. Es el momento de establecer un plan de choque contra la economía sumergida para aumentar los ingresos pero, sobre todo, para acabar con las situaciones de abuso que padecen miles de personas que por llevar un sueldo a sus casa aceptan y normalizan imposiciones por parte del empresariado que, si no son ilegales, rozan la ilegalidad.

Este Primero de Mayo debemos poner el foco en dos sectores de la población que siguen siendo de los más perjudicados por la desregularización del mercado laboral: las mujeres y las personas jóvenes. El 8 de marzo volvimos a dejar claro en la calle nuestra reivindicación de igualdad entre mujeres y hombres y clamamos contra la segregación educativa y profesional y contra un modelo de contratación segmentador y segregador, y a favor de cláusulas de acción positiva en los convenios colectivos y de medidas para fomentar la conciliación familiar y laboral y la corresponsabilidad en el ámbito doméstico y de los cuidados. Hoy, 1 de mayo, seguimos exigiendo igualdad real y efectiva y lo seguiremos pidiendo mañana, y todos los días, al nuevo Gobierno de España y a los que saldrán de las urnas el próximo 26 de mayo. Por ello, CCOO vuelve a recordar a la ciudadanía que tiene que salir a la calle y votar para defender los valores democráticos que deben sustentar una sociedad justa e igualitaria, para conseguir políticas de avance social y económico que favorezcan a las personas trabajadoras y en contra de la Europa de los mercaderes que nos vienen imponiendo los reaccionarios bajo los dictados de los lobbys y del capital. El 26 de mayo tendremos en nuestras manos los futuros gobiernos de los ayuntamientos que, como la administración más cercana a la ciudadanía, tienen que dar respuesta a las necesidades de la población, especialmente, en materia de vivienda, pero, también, generando oportunidades de empleo y desarrollo.

Córdoba no se merece estar a la cola en materia de inversión pública y empleo. Córdoba necesita las infraestructuras que permitan atraer nuevas industrias y optimizar la extraordinaria posición logística que tiene. Veremos si el nuevo Gobierno es capaz de asumir el reto y responde a las expectativas de la ciudadanía o si los cordobeses y cordobesas vuelven a ser castigados y condenados a la pobreza.

* Secretaria general de Comisiones Obreras (CCOO) de Córdoba