Gracias al Córdoba CF he tenido la oportunidad de conocer a grandes personas, entre ellas a Julio Cruz, gran pequeño empresario, magnífica persona, cordobesista de corazón, fiel creyente en la cantera, optimista luchador ante la adversidad.

En mi recuerdo quedarán para siempre tus abrazos en el párking a la finalización de cada partido, tus palabras sinceras de buena persona, pero sobre todo nunca podré olvidar el optimismo y la fuerza con la que has afrontado este partido, tu resistencia, tu valor, tu ofrecimiento a ayudar a aquellos otros que junto a ti estaban en la misma alineación. Hoy nos toca decirte «hasta luego» Julio; tu recuerdo siempre quedará entre nosotros, con la confianza en que seguirás ocupándote de tu familia, de tu empresa, de tu equipo, desde ese lugar en primera fila que está reservado para aquellas personas que son como tú, «buena gente».