Hoy, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se celebra una jornada luminosa, empapada eso sí, de «manifiestos y manifestaciones», pero con una llamada urgente a que se produzcan cambios económicos y culturales para favorecer la igualdad real. La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC), han elaborado un manifiesto en el que denuncian las discriminaciones, las injusticias y la violencia que soportan las mujeres. Piden políticas contra los estereotipos de género, además de cambios en las relaciones para promover la igualdad real. Los dos movimientos de Acción Católica especializada cuya misión se desarrolla en el mundo obrero y del trabajo, entienden el 8 de marzo como «símbolo de la lucha pacífica en la que históricamente tantas mujeres trabajadoras se han organizado, y siguen haciéndolo, por el reconocimiento de su dignidad». La HOAC y la JOC defienden «un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas», que favorezca «formas nuevas de relacionarnos, asumir responsabilidades que son de todas las personas» y apuestan «por otra economía», capaz de respetar «el equilibrio tanto con el planeta como con las personas, especialmente las más empobrecidas, y entre ellas una mayoría de mujeres violentadas y cosificadas a causa de la explotación indiscriminada de recursos naturales, conflictos bélicos y los intereses del capital». Además de estas reivindicaciones, tambien hacen un llamamiento a «avanzar hacia la igualdad real en el seno de nuestra Iglesia, donde se reconozca el papel y el protagonismo de las mujeres dentro de la comunidad eclesial y en la tarea de anunciar el Evangelio», de modo que llegue hasta sus estructuras, en consonancia con «los principios y valores del Evangelio». De hecho, recuerdan que «Jesús eligió a las mujeres para ser las primeras en anunciar que había resucitado, mujeres valientes, que confiaron, permanecieron fieles hasta el final y que no tuvieron miedo a salir corriendo y anunciar que Jesús estaba vivo». La silueta de la «mujer trabajadora» brilla en una jornada luminosa, comprometida y exigente.

* Sacerdote y periodista