El cantante, denostado hoy por el independentismo, sí sabe lo que es vivir y mantener el criterio en una dictadura, que en nada se asemeja a la actual situación de Cataluña. Pero tampoco quiere ser utilizado en esta polémica, y da otra lección de coherencia al reclamar que nadie instrumentalice su Mediterráneo para actuar en contra del 1-O, convocatoria ante la que es sumamente crítico.