A veces, qué difícil resulta percatarnos de la realidad. Preferimos ocultarla para no verla. O nos colocamos una venda en los ojos. ¿Cómo es posible que personas bien preparadas, ejerciendo su tarea en puestos elevados, de fuertes responsabilidades políticas y sociales, no perciban lo que se les viene encima? Y así ocurre que, en muchas ocasiones, se quedan fuertemente sorprendidos, como si no dieran crédito a lo que ha ocurrido. Buenos ejemplos tenemos en la historia actual. Estas situaciones me recuerdan la fábula metafórico de La jirafa y el campesino. «Érase que se era, hace muchos años, un campesino ignorante que por primera vez en su vida fue a visitar un parque zoológico. En un momento dado llegó al recinto donde se encontraba la jirafa. Visiblemente amoscado, miró y remiró al animal. Finalmente se alejó volviéndole la espala y murmurando enojado: ¡un animal así no existe!». La anécdota nos la cuenta uno de los más conocidos y valorados escritores judíos, Amos Oz, en su libro En la tierra de Israel. Y es que quizás todos nos hemos puesto, en ocasiones, una venda en la cara, hemos cerrados los ojos y nos hemos tapado los oídos para no admitir una verdad que no coincidía con nuestras hipótesis o suposiciones. Más aún, más de una vez hemos hecho el ridículo con tal de no confesar lo que pensamos. Nos viene, entonces, el intento patético de falsificar o rechazar la realidad para defender nuestra granítica certeza. Un maestro de oratoria como el gran Demóstenes, que tan bien conocía los mecanismos de la persuasión, observaba en una de sus piezas oratorias que nada resulta más fácil que engañarse, «porque lo que todo hombre desea, cree tambien que es verdad». Resignarse a reconocer el error de nuestro propio convencimiento es una empresa casi heroica cuando el orgullo y la intocable seguridad se han enraizado en la mente y en el corazón. Los protagonistas de los entramados políticos deberían leer detenidamente la fábula sencilla y eficaz del «campesino ignorante», a ver si no confunden la realidad con sus deseos.

* Sacerdote y periodista