El presidente de la Liga de Fútbol Profesional está recibiendo quejas de algunos clubes por la imposición de horarios que les obliga siempre a jugar entre semana, restando entrada en sus estadios. La LFP debería tener en cuenta y buscar soluciones para el malestar de los equipos pequeños, pues en algunos casos sus aficionados ya no saben lo que es disfrutar de un fin de semana de fútbol.