Confieso que esta mañana me he levantado un poco espeso, entre el trasnochado, la calor y los ruidos, me he levantado como dicen en mi casa tropezando con todo, y cuando con el primer café de las siete de la mañana, me sale al paso la noticia de la expropiación de la catedral de Barcelona y esto ya ha sido el colmo de los colmos, entre los rufianes, la flequillos y el que tarda una hora en peinarse se han quedado descansando con la noticia.

Me pregunto si es una cortina de humo para esconder su propio fracaso, o podemos creer si esas eran todas la buena ideas que tenían para que España avanzara, para salvarnos de la corrupción, o mejor dicho que avanzara Cataluña, conseguir una Cataluña independiente. ¿Esos eran los que iban a regenerar el país?, ¿en que manos estamos?, en manos de una pandilla de iluminados pero incultos que en su vida hubiesen pensado que iban a estar en el puesto que están y que en sus manos está el destino de todo un pueblo como el catalán al que quiero y admiro. En manos de estos iluminados estamos también todos los españoles, porque con sus ideas revolucionarias puede llegar a quebrarse todo un país como España.

Vamos, que la mañana me la han dado, ya solo me queda esperar que se hayan confundido de día y no crean que estamos a 28 de diciembre.