Fue en la JMJ Panamá 2019. Más de 200.000 jóvenes acudieron a la vigilia de oración con el Papa Francisco, en el campo san Juan Pablo II. Se vivió una de las noches más intensas. Y de pronto, el Papa del nuevo lenguaje, del nuevo estilo pastoral, de la sintonía con las multitudes, de la cercanía personal, lanzó a la rosa de los vientos, un nuevo título para la Virgen María, denominándola como la «influencer» de Dios: «Con pocas palabras se animó a decir sí y a confiar en el amor y en las promesas de Dios, única fuerza capaz de hacer nuevas todas las cosas». Un influencer, lo sabemos bien, es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia, puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca. Influencer es un término que se emplea cada vez más, con más frecuencia, en los medios de comunicación social, a pesar de que el concepto no forma parte del diccionario. El término «influencer» significa «influenciador», y su figura consigue que sus aportaciones en la red dispongan de cierta credibilidad. Para el Papa Francisco, María es la influencer de Dios, la que nos acerca a Dios, la que nos «contagia» de Dios. María confía plenamente y dice «sí» al Señor. «Decir «sí» al Señor es animarse a abrazar la vida como viene con toda su fragilidad y pequeñez y hasta muchas veces con todas sus contradicciones e insignificancias con el mismo amor. Abrazar la vida se manifiesta también cuando damos la vida a todo lo que no es perfecto, puro o destilado, pero no por eso menos digno de amor. ¿Acaso alguien por ser discapacitado o frágil no es digno de amor?, o, ¿alguien, por ser extranjero, por haberse equivocado, por estar enfermo o en una prisión no es digno de amor?». Ha llamado poderosamente la atención que el Papa Francisco escoja este nuevo término sobre María, la «influenciadora» de Dios, la que más puede hacer como Madre nuestra para que escuchemos la Palabra y sigamos su ejemplo, sobre todo, el pie de la Cruz. El Papa también animó a los jóvenes a no caer en la «cultura del bullying, del acoso, de la intimidación, del encarnizamiento con el débil». Palabras nuevas para mensajes eternos.

* Sacerdote y periodista