La sorpresa con la que los empresarios afectados han reaccionado tras serles retirados los elementos de los veladores que se habían dejado en la vía pública solo parece indicar que, a veces pasa como en la fábula de Pedro y el lobo, y no esperaban que el aviso se hiciera realidad, por mucho que desde hace tiempo la Gerencia de Urbanismo viniera anunciando la posibilidad. Eso sí, desde el Ayuntamiento se sostiene que el 95% de los empresarios acatan la norma de guardar sillas, mesas y otros elementos dentro de sus establecimientos cuando cierran, y son muy pocos los incumplidores.