Con incredulidad y bastante extrañeza escuché el pasado martes en las noticias diarias la cantidad de incendios producidos en la región cántabra y lo que es peor: Un 70% de dichos asesinatos contra el medio ambiente son intencionados o interviene la mano del hombre, realizándolos en beneficio propio. Al decir verdad, cada día entiendo menos la mente del ser humano: ¿Qué beneficio puede sacarle la persona a pegarle fuego al monte? ¡Que alguien me lo explique, por favor! Sinceramente, no comprenderé nunca en la vida cómo los seres humanos nos hacemos daño a nosotros mismos. Es increíble y me causa verdadero estupor.

Si alguien tiene algún problema personal o económico con un parcelista, que no lo pague con quien menos culpa tienen: las plantas. ¿Para qué está el diálogo o la justicia? ¿Somos personas irracionales? Me resulta totalmente incomprensible este problema e ignoro cuando vamos a acabar con esta terrible lacra en España. A ver cuando nos enteramos de una vez de que pegarle fuego al monte es un acto terrorista similar a la violencia de género o a lo realizado en la antigüedad por ETA o el Grapo y por tanto, debe estar penalizado con cadena perpetua