Más de un año ha pasado desde que el Ayuntamiento abrió un foro destinado a llegar a acuerdos para regular, de la forma más eficaz posible, el establecimiento de terrazas y veladores en la vía pública. Previamente, con el gobierno local del PP, había habido contactos, que el actual de PSOE-IU dotó de más formalidad al convocar la llamada mesa de veladores en enero del 2016. Su misión, conciliar los intereses y necesidades de los ciudadanos y de los empresarios de hostelería y comercio para que Córdoba, sin privarse de la animación y el servicio a clientes y turistas, respetara también el espacio de los peatones y la tranquilidad de los vecinos. Se partía de algunas situaciones que superaban lo admisible en el espacio ocupado por mesas y sillas, en los toldos que venían a ser edificaciones en plena vía pública y en un desbordamiento de zonas que, pese a ser peatonales o haber visto ampliadas sus aceras, apenas permitían el paso de los viandantes. Son hechos evidentes y es necesario corregirlos.

La presencia de técnicos de Urbanismo, junto con representantes del Consejo del Movimiento Ciudadano y de la Federación de Asociaciones de Vecinos Al-Zahara, el colectivo A Pata, las asociaciones de hostelería (hoy unidas en Hostetur) y la Federación del Comercio parecía óptima para alcanzar acuerdos. Pero se produjo una fuerte discrepancia y los empresarios se levantaron de la mesa, que, desde octubre, ha celebrado tres reuniones sin ellos. Tras la última sesión, el martes pasado, se difundió que el Ayuntamiento retiraría los toldos y sillas que no cumplan la normativa municipal, y la reacción de Hostetur ha sido contundente: acusa al gobierno local de «deriva prevaricadora» y dice que acudirá a los tribunales si se aplica una decisión que, aseguran, contradice la propia ordenanza municipal.

Llegados a este punto, cabe preguntarse qué importancia real tiene este conflicto. ¿Tiene entidad como para haber desatado esta agresividad? Hay que concluir que sí, pues la ordenación de los veladores implica la distribución adecuada de los espacios públicos de la ciudad, y, sobre todo, la habitabilidad de la misma, y todo ello debe compaginarse con la legítima actividad del sector hostelero y turístico, tan importante para Córdoba. Los veladores son un punto importante -desde luego, no el único- del urbanismo de nuestra ciudad.

Es necesario, por tanto, que se retome el diálogo como ha ofrecido el teniente de alcalde de Urbanismo, Pedro García, al sector empresarial. Hostetur y la Federación del Comercio no pueden imponer al Ayuntamiento los negociadores, como tampoco admitirían que otros impusieran o vetaran a los interlocutores empresariales, y parece difícil que la alcaldesa, Isabel Ambrosio, desautorice a su socio de gobierno. Sí podría buscarse una solución intermedia, algún gesto que tienda un puente a las discrepancias. Ni la mesa de veladores debería seguir adelante sin el consenso con los empresarios ni estos deberían enrocarse en una posición que podría costarle cara a su sector.