Iguales en derechos, de verdad. Solo a eso debemos aspirar: a que no exista, en la teoría del Derecho y en su aplicación práctica, en todos sus ámbitos, desde el trabajo hasta la fundación o la disolución de la familia, ninguna herida abierta, ninguna situación o coyuntura, conflicto o solución, drama o festejo, en que se beneficie a la mujer por ser mujer o al hombre por ser hombre. En su 250 aniversario, damos la enhorabuena al Colegio de Abogados por la hermosa exposición «Iguales en Derechos. Abogacía por la Igualdad», en el Bulevar del Gran Capitán, organizada por la Fundación Abogacía Española. La muestra está formada por 30 fotografías de 15 mujeres y 15 hombres que dan su visión sobre cómo enfrentamos la igualdad ante el Derecho. Porque quedan aún muchas desigualdades: unas publicitadas hasta la extenuación y otras no tanto. Y para eso está la imagen, la fotografía y el arte: para poner la lupa en la raíz del dolor, para acercar el foco a cualquier grieta. José Luis Garrido, el decano del Colegio de Abogados, explica que la exposición «es una denuncia contra la discriminación, los roles y estereotipos, y al mismo tiempo una reivindicación». Lo es, referida especialmente a zonas bélicas o de pobreza límite: una mujer somalí sosteniendo a su hijo con los huesos marcados por la hambruna, sobre la tierra seca; niñas cargando leña en Koso Amba, en Etiopía; niñas en una escuela en Mumbai, en India; una pareja abandonando una playa en Lesbos, tras cruzar el mar Egeo en una lancha de plástico, desde las costas turcas. Así hasta 30 estampas de la desolación que han recorrido España, como un espejo cíclico; pero no solo para mirarnos entre nosotros, sino para entender la situación de la mujer, que sí es en verdad trágica en tantos territorios deprimidos o en guerra. Aquí, nuestra igualdad de derechos tiene otros matices inherentes a las sociedades desarrolladas, con algunas paradojas. Cada plano reclama su propia solución y su fotografía.

* Escritor