La larga lista de españoles muertos en los campos de concentración nazi en la Segunda Guerra Mundial ha puesto sobre la mesa el alto número de cordobeses que perdieron su vida tan lejos de su patria y después de vivir una cruel guerra civil. Unos crímenes tantas veces vistos en series de televisión y películas de gran éxito, nos pueden conducir a la idea de que esos hechos son remotos, lejanos y casi olvidados. Sería horrible llegar a esa conclusión. Nunca podemos olvidar a esos compatriotas que perdieron la vida junto a millones de seres humanos por el simple hecho de ser judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados o republicanos españoles. Merecen un lugar de reconocimiento que nos permita vislumbrar que cualquier conflicto bélico, por muy lejos que esté, forma parte de la humanidad, de nuestra gente, de nuestra conciencia.

Los campos de concentración de Mauthausen-Gusen, Buchenwald, Dachau y otros lugares del genocidio se llevaron la vida de compatriotas de Palma del Río, Hornachuelos, Posadas, Fuente Palmera, El Carpio, Pedro Abad, Villa del Río... Hijos del Guadalquivir desaparecidos en un conflicto internacional donde llegaron como exiliados, depurados o convencidos de luchar por un mundo de justicia y libertad. Nuestra admiración a todos ellos y a esos palmeños Juan Algarrada Moreno, Román Cárdenas Domínguez, Antonio Fuentes Ortiz, Francisco Fuentes Ortiz, Modesto Fuillerat García, José Gallego Fernández, Miguel García Minarro, Francisco González Villalba, José Lora Liñán, Manuel Nieto, José Parra Sánchez, Ángel Pérez López, Juan Rodríguez Expósito y Enrique Velasco González. A día de hoy se buscan los familiares de José Cabrera Martín, prisionero 30.607 en el campo de concentración de Neuengamme, quien tras ser liberado falleció en Francia, y se conservan algunas de sus pertenencias, como un reloj parado en el tiempo del horror.

* Historiador y periodista