Hay que ser muy de campo para saber distinguir desde la ventanilla de un coche en marcha una plantación de tabaco de otra de espinacas. A fin de cuentas, a la mayoría qué más nos da, las dos son plantas de hojas verdes que se cultivan en gran cantidad para consumo humano y no creo que nos interese mucho más. Algo parecido ocurre con los tacos de papeletas de los diferentes partidos que nos encontramos cada vez que hay comicios electorales. Todas tan parecidas y tan bien colocadas que, como se agudice el ojo, es fácil confundir una de EH Bildu con otra de Ciudadanos, por poner un caso. Está claro que apariencias semejantes pueden ocultar grandes diferencias.

Lo curioso en estos ejemplos es que, sin tener nada que ver plantas y partidos, hay un punto en común entre el tabaco y EH Bildu que los diferencia respectivamente de espinacas y Ciudadanos. Yo se cuál es y ustedes también lo saben. Pero últimamente parece que hay quien no lo sabe, o no le interesa saberlo, y pretende que ustedes y yo tampoco lo sepamos. Nunca me han ofrecido en ningún restaurante hojas de tabaco esparragadas aunque, con lo que se viene oyendo, no descarto que me las ofrezcan cualquier día. Tampoco había conocido jamás que un partido mayoritario y con larga trayectoria como es el PSOE prefiera, pudiendo elegir, los apoyos de un partido antiespañol, separatista, y de siniestra cimentación, en rechazo al ofrecimiento que le brinda otro partido que, al menos, es de ámbito nacional y hasta el momento carente de oscuros lastres en nuestra memoria, y ya lo estamos viendo. Eso sí que es inexplicable.

En todo este proceso de equiparación al alza de EH Bildu que se está montando, resuena recientemente de forma machacona que EH Bildu «condena expresamente la violencia de ETA», argumento que está muy bien pero nada original. Eso ya lo popularizaron hace tiempo las tabacaleras al manifestar condenas expresas al perjudicial hábito de fumar mediante advertencias impresas en los paquetes de tabaco del tipo «Fumar perjudica gravemente su salud» o más directamente «Fumar mata» mientras que el contenido seguía y sigue siendo el mismo. Incongruencias de tal calibre acaban por inducir a cualquiera a poner en cuarentena ese tipo de «condenas». Sin embargo, lo de que EH Bildu le tienda la mano al PSOE a pesar de no tragarlo se comprende perfectamente y también es una argucia muy vieja. Viene a ser igual que cuando las mismas empresas tabacaleras estampaban en su publicidad la imagen de figuras destacadas en deportes que requiriesen una alta capacidad pulmonar, precisamente lo que ellas se estaban cargando.

Es posible que alguna vez hayan visto ese cartel publicitario de los años cuarenta en el que se ve en primer plano al veterano futbolista argentino René Pontoni y un paquete de tabaco marca Caravanas con la siguiente leyenda: «pontoni juega con más ganas porque fuma Caravanas». La verdad del caso es que si Pontoni le hubiese dado una sola calada a un Caravanas no habría llegado corriendo ni a medio campo.

Aquí es lo mismo, EH Bildu se arrima al partido que más poder tiene sobre aquello que pretende liquidar y, mientras tanto, va generando un relato diferente a aquel que quiere esconder y algo irá arañando mientras pueda. Todo este asunto que tanto desafina lo vienen presentando como que no se le debe poner vetos a ningún partido con representación en el Congreso, que detrás de cada uno de ellos hay millones de votantes que son tan españoles como cualquiera, que siendo EH Bildu un partido nacionalista vasco está demostrando una gran Visión de Estado al apoyar que salgan adelante los Presupuestos... Todo eso es verdad pero, en la esencia de este caso concreto, no acaba de cuadrar. Siempre se suele volver contra uno mismo edulcorar lo pernicioso. Muchos de nosotros comenzaría de niño con un inocente paquete de cigarrillos de chocolate en la mano y... con eso de que no eran más que golosinas, nos acostumbró a emular un juego que acabó años después instalando un paquete de cigarrillos auténticos en nuestro bolsillo. No nos engañemos, el tabaco siempre es tóxico, confundirlo con espinacas puede resultar peligroso.

* Antropólogo