Hasta el fin de semana era el líder el partido UKIP (ultraconservador y euroescéptico), pero ya no lo es. Los militantes de la extrema derecha británica han destituido por votación a su líder, tras el escándalo por un comentario racista de su novia sobre la pareja del príncipe, Harry, de la que dijo que iba a ser «una mancha para la familia real» británica. Es el cuarto líder del partido que lo deja en dos años.