¡Ha sido un honor servir a Andalucía!

Lamento esta decisión del Parlamento, que quebranta mi legitimidad como representante electo por miles de andaluces y andaluzas que confiaron en mi formación y en mí como candidato, en tanto que deja fuera de esta Institución a un diputado elegido democráticamente, una situación insólita en la historia de la democracia andaluza. Pero también entiendo y respeto, aunque no comparta plenamente, los argumentos de los miembros de la citada Comisión y su letrado, en virtud de una interpretación de la Ley Electoral que es laxa reconocimiento la compatibilidad a quien desarrolla su actividad profesional en el ámbito privado, y dura con quien lo hace en el sector público.

En estos cuatro años me he entregado plenamente a la defensa de las ideas políticas del proyecto por el que apostaron quienes nos eligieron, tratando siempre de representar de la forma más digna, respetuosa y desinteresada posible, la solución a los problemas y demandas de los ciudadanos y ciudadanas de Córdoba y Andalucía. Más de 100.000 kilómetros de desplazamientos por mi provincia y nuestra comunidad, cerca de 1.000 iniciativas parlamentarias y 600 reuniones con colectivos y agentes sociales, me han ocupado en este tiempo, con la mayor entrega y sin ningún tipo de desprecio ni prejuicio a colectivo o persona alguna por su ideología e intereses, guiándome por el estricto sentido y responsabilidad institucional.

Me llevo un recuerdo especial por las aportaciones logradas en el trámite parlamentario de la Ley del Deporte de Andalucía, con medidas novedosas de código de buen gobierno en las federaciones, igualdad de género en el terreno deportivo y la creación de un plan de empleo deportivo para el sector. Así como el impulso de dos leyes novedosas que ponen en valor el patrimonio comunal del pueblo andaluz, en aras a diversificar la actividad económica y la dinamización social del medio rural, a saber, la Ley de Senderos de la Comunidad Autónoma de Andalucía y la Ley de Caminos Públicos.

Quiero agradecer públicamente el cariño y respeto que siempre he recibido de mis compañeros y compañeras de organización, y de los colectivos y personas con las que he trabajado en este tiempo. Especialmente, mi respeto y admiración a Teresa Rodríguez, en lo personal y en lo político, que ha sido la mejor guía de este proyecto en Andalucía. También quiero expresar mi más sentido cariño y agradecimiento a cada uno de los diputados y diputadas del Parlamento con los que he compartido trabajo y debates durante la X y XI Legislatura, con independencia de adscripciones políticas o ideológicas; todos ellos me han tratado con el máximo respeto y merece reconocerse. Ha sido un honor servir a Andalucía en esta Cámara.

No deseo obviar tampoco el cariño y apoyo incondicional recibido en estos cuatro años por parte de los diversos agentes sociales y económicos de Córdoba, así como de otros representantes políticos, aún con signos distintos en ayuntamientos y Diputación, como al Rectorado de la Universidad, quienes no han dudado en brindarme su tiempo y apoyo cuando se lo he requerido, como también se lo he prestado cuando lo precisaban. Un saludo cariñoso y sincero por finalizar, pero no por ello menos sentido, a toda la prensa y los y las trabajadoras de los medios de Córdoba, quienes me han atendido con rigor y profesionalidad en todo este tiempo.

A mis compañeros y compañeras les deseo toda la suerte posible y acierto en las decisiones que tomen. Ojalá logren trazar un camino acertado de esperanza e ilusión renovada. Tienen una enorme responsabilidad sobre sí. Hay una mayoría social que necesita tener la certeza de que existe alternativa posible a los retrocesos sociales y el panorama de desigualdad que vaticina la nueva realidad política de las derechas en Europa, España y Andalucía.

* David Moscoso presenta hoy la renuncia a su escaño en el Parlamento de Andalucía