Cuántas veces habré dicho, cuando ha salido el tema de la amistad, que yo tengo pocos amigos, de los de verdad, que incluso se podrían contar con los dedos de las manos. Amiguetes y conocidos tengo muchísimos, gracias a Dios.

Pues bueno, Curro, además de mi amigo, era mi memoria. ¿Oye, Curro, cómo se llamaba aquél que...? Echaba el disco duro a andar y me decía: Fulanito de tal y tal. ¿Cuándo estuvimos en tal sitio, que ahora no recuerdo? Sí, hombre, eso fue en el año 1982, por mayo. Un fenómeno y, como persona y buena gente, más fenómeno todavía.

El pasado 24 de agosto moría mi amigo: Francisco Serrano López, Curro, y con él mi memoria. Se enterró en la mañana del día 25 en su pueblo natal, Fernán Núñez.

Un abrazo muy fuerte para Juanita, su mujer; José y Juan, sus hijos, y María Josefa, su madre, que a la edad de 95 años ha tenido que sufrir la pérdida de su Curro, como ella decía.

Curro, descansa en paz, después de que esa maldita enfermedad te haya arrancado de nuestro lado. Dios te tiene ya a su disposición por si se le olvida algo.

Recibe mi penúltimo abrazo.

Antonio López Panadero

Montemayor