Cuando se te muere un buen amigo, uno lo pasa muy mal, y más si tienes cientos de amigos como los tenía Lucas de Écija. Francisco Crespo Aguilar fue su nombre, pero artísticamente Lucas de Écija fue su nombre de batalla. Lucas nació en Écija (Sevilla) el día 22 de noviembre de 1931, y entregó su alma a Dios la noche del 20 de enero 2018. En su último viaje se lleva haber vivido toda una vida entregado al arte flamenco como cantaor. Cuando llegó a Córdoba para hacer el Servicio Militar, no quería perder su lugar de nacimiento, de ahí que se llamara Lucas de Écija en los ambientes de la Judería. Durante muchos años, acompañó a esa gran señora del baile como es Sara Lezana, con quien recorrió todo el mundo en Córdoba. Le cantó a Concha Calero, Inmaculada Aguilar, Ana Rodríguez y muchas más. Cantaor oficial del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Cantó con las mejores figuras de todos los tiempos. Conoció a Pepe Marchena, El Pinto, Fosforito (con quien compartió cartel una noche del mes de junio del 2004), fue gran defensor de la Asociación de Artistas Flamencos de Córdoba en sus comienzos. Lo habrán recibido en el cielo sus amigos Angelito Barrilero, Ana Carrillo La Tomata, Rafael El Tomate, el Lápiz, Lamparilla, Gonzalo de Córdoba, Rafael Romero (quien lo presentó muchas veces)... Habrá una gran fiesta en el cielo, porque Lucas se lo merecía. Las peñas de Córdoba dejaron pasar una oportunidad de oro para saber de su arte, solo la peña Campo de la Verdad supo darle su sitio. La peña Manolo Caracol quiso rendirle un gran homenaje, pero su estado no estaba para recibir homenajes. Mejoró en muchos tercios del Fandango.

Solo le pido a las dignificadas autoridades, como a nuestra alcaldesa, que en la barriada de Fátima rotule una calle ‘Lucas de Écija’, para perpetuar su memoria por lo mucho que hizo por el cante y defender sus raíces sin ser de Córdoba, aunque estuvo afincado más de 70 años de su vida. Vivió y creó su hogar en Córdoba; tuvo dos hijos, Paco Jémez y Rocío, y una fiel esposa, Mari, y sus lindos nietos siempre a su lado a lo largo de su vida terrenal. Le pido a Dios que en el lugar que deposite tu alma estés rodeado de amigos de verdad, ‘Tío Lucas’. Descanse su alma en la Paz del Señor. Tu fiel amigo.