Si, los políticos lo han conseguido. Es meritaje suyo y es, también, su responsabilidad. Partidos políticos de los llamados de «toda la vida» no han hecho otra cosa que enfrentar a las personas constantemente con la mirada puesta única y exclusivamente en el poder. En llegar a gobernar y administrar el dinero público y con ello abrir la caja de las corruptelas, los amiguismos y las prebendas en un municipio, una diputación, una comunidad autónoma, del Estado español. ¡Malamente!

Estos partidos a los que se les ha votado tradicionalmente en todas las convocatorias electorales desde que estrenamos democracia nunca se habían interesado por los conflictos de ética y moral que se empezaban a vislumbrar cuando ciertas personas llamadas ecologistas o verdes daban su punto de razón y argumento a la pérdida de biodiversidad, a la contaminación acústica, acuífera y atmosférica, la deforestación, la entrada de especies invasoras, las actividades mineras, agrícolas y ganaderas intensivas , el consumo desmedido de alimentos cada vez más desprotegidos de la seguridad alimentaria. Todo ello por el negocio y los réditos de los que se llaman verdaderos dueños de nuestras vidas y de nuestro planeta.

La llegada de nuevos pretendientes a gobernar y administrar los dineros públicos, la incapacidad demostrada de los que han gobernado en el medio rural de presentar salidas ecológicamente sostenibles a los inmensos recursos del sector primario de las distintas comarcas del país y la nueva perspectiva animalista derivada de los argumentos irrefutables que da la ciencia sobre el sufrimiento y conciencia de los animales no humanos, seguramente salida de los núcleos de población urbana, ha puesto a discutir a unos y otros sobre lo que es o no correcto decidir sobre estos animales cuando son utilizados en espectáculos de entretenimiento, las explotaciones ganaderas, o la caza y pesca deportivas .

Así se forma una organización con el nombre de Alianza Rural, con personalidad jurídica propia, en la que se mezclan agricultores, cazadores, taurinos, federación de mujeres de ámbito rural y el presidente de Circos Reunidos. Su fin dar voz a los hombres y mujeres del campo español.

Y digo yo, ¿Quién le da voz a los animales que son el objeto de la trifulca? Asociaciones como Avatma y otras no dejan de emitir informes para que los gobernantes y los políticos argumenten cuando traten el tema del maltrato animal y busquen el diálogo confeccionando leyes adaptadas a lo que hoy sabe la ciencia. Nunca, un gazpacho tuvo peores ingredientes.

No se fían de los políticos, está claro, porque solo defienden la caza, los toros y el medio rural en busca de los votos y no desean dar soluciones dignas del s.XXI, embarcados en el argumento de la tradición y el gran desconocimiento del sufrimiento animal. El lema de la nueva entidad «defender los valores del mundo rural frente a las agresiones e imposiciones de un mundo urbano desconocedor de la realidad del campo» es toda una «declaración de guerra».

* Veterinario, máster en Etología y simpatizante de EQUO