Hace unas semanas cuando acudimos al acto de entrega de la Medalla de la Ciudad, que el Ayuntamiento concedió a nuestro centro, agradecíamos a la institución y a Córdoba en general tan alta consideración. Hoy, queremos hacer extensivo este agradecimiento a toda su ciudadanía, pues, sin duda, parte importante de los 85 años de historia de la Orden de San Juan de Dios no hubiera sido posible sin ella.

Sin ella, ni sin la confianza y colaboración de tantos ciudadanos, instituciones y agentes sociales, que no solo nos han acompañado en este caminar de casi ya un siglo, sino que también nos han apoyado para hacerlo más agradable.

Ya el Hermano Bonifacio, ejemplo de bondad y gran conocido de los cordobeses, encontró todas las puertas abiertas cuando acudía a pedir ayuda para los niños ingresados en la, por aquel entonces, Clínica San Rafael, para ser tratados de las secuelas de la polio y otras enfermedades óseas. Su espíritu altruista permanece hoy en nuestra Obra Social que, cada mes, continúa ayudando a 200 familias cordobesas a cubrir sus necesidades básicas de alimentación, ropa, transporte o vivienda. Al margen de la labor social, quienes acuden a nuestro centro son partícipes, además, de nuestro compromiso con la calidad, que no se concibe sin un plan de humanización de los cuidados según el estilo propio que nuestra institución viene llevando a cabo a lo largo de sus cinco siglos de historia.

Una humanización que, a su vez, no se entiende sin uno de nuestros grandes valores, el de la Hospitalidad, que junto al respeto, la responsabilidad, la calidad y la espiritualidad hacen que continúe vivo, entre nosotros y entre quienes asistimos, el legado de San Juan de Dios.

Queremos agradecer, asimismo, a todos los bienhechores y voluntarios su entrega desinteresada, que contribuye a que muchos de nuestros proyectos sociales, como el de apoyo a la infancia ‘Los Menores, Los Primeros’, salgan adelante.

Y finalmente no podemos sino dar las gracias a nuestros trabajadores por su labor diaria, en la que vemos el reflejo de San Juan de Dios, máxime en estos tiempos de pandemia que nos ha tocado vivir y afrontar con una doble responsabilidad como sanitarios.

Esperamos poder seguir cumpliendo años al lado de quienes lo hacéis posible cada día.

Gracias a todos, de corazón.

* O.H. Superior del Hospital San Juan de Dios de Córdoba