Llevo casi tres décadas como profesional del Derecho tratando de que la ley sea aplicada. Y siempre he creído que el cumplimiento de la norma, básicamente se sustentaba en una legitimación democrática por su elaboración, y por corresponderse con criterios de justicia y de sentido común en su fondo, para ser asumida por la sociedad. Por eso, cuando al común de los mortales algo nos parece antinatural e ilógico, por ser contrario a la convivencia, o a la persona, o la ética, no debe encontrar el respaldo del Ordenamiento Jurídico. Digo esto, porque como ciudadano de a pie y como profesional del Derecho, me escandaliza que un fugado de la justicia española pueda presentarse como si tal cosa con cámaras y focos, como candidato en una campaña electoral por la misma circunscripción en la que está siendo perseguido, como es el caso de Carlos Puigdemont, por mucho que nos miren con lupa en una Europa que, precisamente, no es la concepción inmaculada.

Y también rechina a la lógica, que quienes han intentado un golpe de Estado se erijan como representantes de ese Estado, de su soberanía popular y se sienten en los escaños de ese mismo Parlamento que tildan de «opresor». Es el caso de Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turll, Jordi Sánchez (elegidos diputados) y Raúl Romeva (senador), que el próximo martes ocuparán sus escaños. La diferencia entre estos y el resto de los separatistas, es que aquellos han sido procesados y están siendo juzgados por tratar de subvertir el orden legal y constitucional, de una forma evidente, pública y anunciada, como hemos visto desde todos los rincones de la geografía nacional. Por ello, como mandata el Supremo, serán reintegrados de forma inmediata a la prisión y legitimará, en esta ceremonia de la confusión, que algunos quieran llamarlos presos políticos, en lugar de lo que son: políticos presos. Del Congreso al talego. Ya me dirán el «ejemplo» de los «padres de la patria».

Una cosa es ser garantista y respetuoso con las presunciones y derechos, y otra cosa distinta es que utilicen el fraude de ley y el abuso de derecho para sentar en el Parlamento a quien atenta contra la Constitución. ¿Se imaginan que Tejero se hubiese presentado a las elecciones y hubiese salido elegido al año siguiente de su intentona golpista? Un disparate. La Sala del Supremo tiene un altísimo y merecido prestigio pero la Fiscalía le ha recurrido la decisión.

El Ordenamiento Jurídico, no solamente está conformado por normas positivas, por leyes y reglamentos, también lo está por jurisprudencia, por principios y valores que lo integran, que sirven para preservar el sistema y dar sentido a las lagunas y situaciones inéditas como la presente. Igual que se priva de libertad a quien aún no ha sido condenado, debería de privarse de usurpar la soberanía a quien atenta contra la misma, aunque esté pendiente de condena. Para unos, la mezcolanza de ruines villanos junto con honorables parlamentarios será una grandeza del sistema democrático. Para mí, asistiremos más que a una sesión histórica a una sesión histriónica, a una burla a todos los españoles, a un acto publicitario pagado con el erario público, a la consumación de un calculado fraude de ley.

* Abogado y mediador