En una sociedad interconectada como la nuestra, en la que la información viaja en cuestión de segundos a kilómetros de distancia y entra en las casas de tanta gente, las familias, la escuela y la sociedad en general deben estar preparados para la «gestión del día siguiente» de los hechos que tienen una dimensión pública. En el caso de las familias, son libres de gestionarlo como quieran o sepan, pero las instituciones de la vida comunitaria no pueden quedar al margen.

He pensado estos días a propósito de la polémica sobre cómo se deberían tratar los hechos del 1 de octubre en las escuelas o sobre cómo están gestionando los maestros la revuelta feminista del #MeToo, la manifestación del 8 de Marzo o las reacciones a la sentencia de La Manada.

Sobre este último tema, he asistido con una mezcla de sentimientos al ejercicio público de confesión de tantas mujeres víctimas de abusos sexuales con la etiqueta #Cuéntalo. Como decía Bel Olid , «ya es hora de que la vergüenza cambie de bando», pero también aquí me preocupa la gestión del día siguiente. Su mismo hilo de tuits, valiente y doloroso, acababa de manera muy pertinente remitiendo a la Fundación Vicki Bernadet a quien necesite ayuda profesional para digerirlo.

La gestión del día siguiente también tiene que evitar provocar más daños personales en las víctimas de los que ya acarrean.

Las escuelas también están teniendo un papel clave: ya desde la gestación del 8 de Marzo, grupos de adolescentes están abriendo los ojos a letras de canciones, comportamientos y actitudes de sus compañeros, actuaciones impropias que ven en casa o en la calle. Ya no hay marcha atrás.

El análisis y la crítica, tanto como el respeto y la honestidad, contribuyen a formar ciudadanos maduros para el futuro. Y esto implica hablar de la situación política y social del país. No se puede pretender el aislamiento del entorno o tratar la educación solo como la transmisión de conocimientos, ni que estos permanezcan inamovibles en compartimentos estancos.

De la gestión del día siguiente en política ya hablaremos otro día...

* Editora