Es un tópico que ya cansa y no porque lo repitamos tanto, cansa porque deja de ser un tópico para convertirse en una verdad recurrente. La cuestión es ¿sirven para algo los políticos? Esto, que era un tópico, se ha transformado en una verdad de la que nadie sino ellos son los auténticos responsables. Todos hemos recibido el whatsapp que habla de que a pesar de la crisis económica, política y territorial que España ha atravesado y atraviesa, las cosas no han dejado de funcionar. El país no ha dejado de funcionar y la gente sigue cobrando, sigue acudiendo a los hospitales, a los centros educativos, a las empresas, a las oficinas, talleres y tajos. En los últimos diez años (ojalá fueran sólo diez años) el país ha funcionado bien o muy bien a pesar de que la ocupación principal de los políticos ha consistido en la pelea, a veces ficticia al estilo del dúo Pimpinela, en arrojarse sus respectivos tópicos, sus respectivas demagogias, sus respectivos buenismos, sus respectivos discursitos políticamente correctos, su visión sobre una guerra de hace ochenta años que a nadie nos interesa como interpretación del presente puesto que aquel pasado respondía a situaciones absolutamente superadas hoy. No entendemos ese empeño de intentar convencernos de lo malos que son y fueron los hotros y lo buenos que son y fueron los hunos. Ya no cuela. Hace una semana justa que en Córdoba asistimos al recuerdo de la figura única, rara, excepcional, del periodista y escritor Chaves Nogales, un tipo que supo ver las virtudes y atroces culpabilidades en los dos bandos en los que los políticos aún se empeñan en hacernos creer que estamos divididos, empezando, y sobre todo, por su propio bando, que era el republicano y democrático por haberse dejado convertir en una dictadura marxista. No es sólo la guerra, es el insoportable postureo estéril ante cualquier cosa: el abucheo o la descortesía con el jefe del estado o los símbolos, la peleílla por el callejero o la mezquita, por esto o por lo otro. Se trata de gestos y de gestillos que no, no cuelan. Lo peor es que ya no les creemos capaces de hacer una vez algo en beneficio de la gente. Alguna gesta.

* Profesor

@ADiazVillasenor