La grandeza de esta familia empresaria reside en su auténtica modestia, en su continuada dedicación a sus empresas. Esa grandeza la han demostrado ante el sufrimiento y la serenidad del padre ante la muerte del que se esperaba le sucediera en la cabeza del proyecto. Sin embargo, la madre no ha superado el sufrimiento, la gracia no ha aniquilado su desesperación por la pérdida del hijo. Sus progresos hacia la recuperación de su paz íntima son muy lentos y ya ha pasado más de un año de aquel fallecimiento.

El hijo está tan cerca de ella que, aunque ya no se encuentra a su lado, cree escucharle y verle. Continúa hablando en silencio con él para defenderse de su soledad. Esa conversación es ayuda eficaz y mejor que las pócimas que ingiere. Se siente cortada en dos, hay un espacio de vacío en su cuerpo y en su alma.

El padre, todavía a más de una decena de años para su jubilación, dice que continúa luchando en su empresa para consuelo de la miseria; quiere ayudar, aunque no ha decidido cómo hacerlo: si apoyar nuevas investigaciones científicas para la recuperación de los drogodependientes, si crear una organización para educar a hijos de familias rotas y desestructuradas. De esta manera resucitará a la vida a su hijo. Su Fundación es la obra que dejará como testimonio de una vida empresarial auténtica, más auténtica que la muerte, del espíritu emprendedor victorioso frente a las fuerzas del odio y del mísero egoísmo.

Le aconsejo a esta familia empresaria leer y releer la historia de Job. Esa lectura les aportará gran consuelo. Sugiero a la madre que lea el libro de Job, la oración le hará mucho bien porque establecerá un diálogo con lo invisible. Sin aquel hijo en sus casi treinta años su existencia había perdido su primer sentido. No puede esta mujer permanecer condenada a este suplicio.

A esta familia no le ha faltado el dinero y tras el fallecimiento del primogénito quiere utilizarlo como nueva palanca para intentar aliviar la miseria física y para hacer comprender a la sociedad cordobesa que el fin de esta sociedad está cerca si no se enmienda. Hay hambre, enfermedades, analfabetismo en África.

No es fácil poner en funcionamiento una Fundación que decida ser activa. Exige la coordinación de muchas personas y profesionales desde albañiles, enfermeros, médicos, sicólogos, etc. Este empresario familiar es persona que basa su acción en los valores tradicionales, que son los únicos dignos de estima. Cree que deambulan muchos niños por aquí, que han atravesado el Estrecho de Gibraltar o han llegado a Motril, sin padres y sin familiares que necesitan ayuda. Son hijos pródigos de miseria que no volverán jamás al hogar de sus padres. Esta familia son gentes de buen corazón que sufren cuando observan a estos adolescentes que se buscan la vida como buhoneros.

* Catedrático Emérito Universidad de Córdoba