Llega Ferrán Adriá a Córdoba y nos derrama ambrosía culinaria en forma de profecía: «En tres años, Paco se convertirá en referencia para hacer una universidad». El cocinero catalán, que se refería a Morales, el dueño del restaurante Noor del barrio Cañero, también sugirió a los empresarios que aprovechen la esencia de esta ciudad mítica para la creación de un centro de referencia mundial en el que estarían la gastronomía árabe y la occidental, al estilo del Basque Culinary Center en el País Vasco. Lo de la cocina cordobesa, y su buen estilo, deben conocerlo los entendidos porque el sábado pasado, cuando hice de jurado de la ruta de las tapas de Villaralto, mi pueblo, con dos renombrados chefs de Los Pedroches ---Antonio Gómez Torrico, del restaurante Las Columnas, de Villanueva de Córdoba, y Carlos Fernández, de Káran Bistró, de Pozoblanco-- éste último me dijo en voz baja que Paco Morales será el mejor cocinero del mundo dentro de tres años. Siguiendo con las buenas nuevas en lo gastronómico, los restaurantes Noor y Choco (Paco Morales y Kisco García) mantienen su estrella Michelín a lo que hay que sumar la categoría de Bib Gourmand, que reconoce una excelente relación calidad-precio, para La Cuchara de San Lorenzo (recomendada por mis paisanos de Los Pedroches), El Envero, La Lonja, La Taberna de Almodóvar y Casa Pedro, de Puente Genil. Andábamos en esas agradables noticias de la cocina cordobesa en plena campaña electoral andaluza, cuando se desarrolla en la Sala Vimcorsa el ciclo de conferencias sobre la Córdoba Republicana y en la Filmoteca de Andalucía se proyecta el documental Federal, de Albert Solé, una propuesta que busca conciliar los beneficios de la autonomía y la integración en sociedades marcadas por la presencia de identidades múltiples. Y de pronto leemos en el periódico que el partido Vox, dicen ellos que «de extrema necesidad», ha venido a Córdoba a dar un mitin. Está muy bien que ondeen la bandera nacional, que digan que «no somos de extrema derecha» y que defiendan como «héroes» a los magistrados independientes y a las víctimas del terrorismo. Pero que Santiago Abascal, el presidente, rechace «la Andalucía de Blas Infante, de Almanzor, de Abderramán y de Al-Ándalus» frente a la de Fernando III, Isabel la Católica y las Cortes de Cádiz, es como decir que en mi guiso solo pueden entrar ingredientes que estén de acuerdo con «mi» Catedral y no con «tu» Mezquita. Hay fechas memorables: fue el día en que el gurú internacional de cocina, Ferrán Adriá, vio a Córdoba como potencial de un centro de gastronomía árabe cuando el líder de la extrema Vox renegó de la Andalucía de Blas Infante y de Abderramán. Esperemos que el cocinero Paco Morales, que lleva cuatro años trabajando la cocina andalusí, no despierte de sus sueños.