Algún término medio debería haber en los comportamientos de los seres humanos hacia los animales, pues pasamos del maltrato y hasta del horror a los mimos que ya quisieran para sí muchos niños. Mejor lo segundo, claro está. Pero sorprende comparar la falta de senbilidad del muy tradicional «descabezamiento del ganso» que se celebra el 25 de julio en las fiestas de Carpio de Tajo (400 años de carreras de jinetes que arrancan la cabeza del ánade colgado, aunque ahora ya los colocan muertos) con la delicadeza extrema de los propietarios que llevan a sus mascotas a la piscina para perros de Brunete, en Madrid, donde mientras los animalitos se bañan los dueños tienen que estar vigilando que se porten bien, y si tienen calor, pues una ducha.