Frivolidades y sospechas

Ha ocurrido algo que nunca había ocurrido. Que la gente se ha posicionado. Hasta ahora la llegada de pateras, de inmigrantes, de ese trasvase de miseria en beneficio de las mafias del comercio de carne humana, de tragedias que rara vez encuentran arreglo aquí a no ser el de la supervivencia, que ya es algo, que ya es mucho, nunca había producido controversias. Hasta ahora, digo. Cada verano el mar se llenaba de muertos en vida, de vivos muriendo, de ahogados sin voz, y todos callaban, o sólo susurraban un vaya por Dios, un esto es una pena, un a donde vamos a llegar, un menuda tragedia. Hasta ahora. Porque la llegada del barco de los 600 ha despertado no sólo conmiseraciones esta vez, sino rabias como último escalón de argumentos más o menos fundados, de agravios comparativos con los connacionales, también rebuscadas fotos de mendigos patrios, de desahuciados sin ayudas, y esto se ha desmadrado. ¿Por qué esta vez sí y las otra veces no? ¿Se han vuelto muchos, de golpe, insolidarios, racistas, xenófobos, jueces de la horca, desalmados sin alma, perros de presa? ¿Se han vuelto muchos, de golpe, paternalistas, santurrones, beatas de golpes de pecho, árbitros de la ética, repartidores de carnets de humanidad? ¿Qué nos ha pasado? Los sociólogos deberían de estudiarlo, pero al pronto la cuestión parece estar relacionada con una forma de gobernar pisando demasiado fuerte por parte de este ejecutivo que solo es y debiera ser provisional. Hay memes muy explícitos que --con o sin razón-- vienen a decir que en solo nueve días todas las medidas del ejecutivo han estado dirigidas a promover y favorecer la inmigración ilegal y reformas constitucionales en pro del separatismo, a costa de la sospecha de que los españoles paguen la cuenta con nuevos impuestos. No sé, frívolo sería negar que existe esa percepción y demagógico afirmar claramente su veracidad. Pero se ha generado el caldo de cultivo de, como poco, la certeza extendida de que Sánchez toma decisiones apresuradas, irreflexivas, descoordinadas con los socios europeos, que no va a la raíz de los problemas sino al parche; y creo que están ahí para otra cosa. Según nos dijeron.