El candidato conservador a la presidencia francesa sigue acumulando nuevos escándalos sobre la presencia irregular, o ficticia, de su mujer en empleos públicos. Ahora se ha destapado que ya la colocó en un ministerio en 1980. De estar en las encuestas al frente de los presidenciales, Fillon está dilapidando apoyos hasta el punto de que ya ningún sondeo le es favorable.