La fragmentación de la izquierda y derecha llega también a Córdoba. Se presentan en las próximas elecciones municipales para nuestro Ayuntamiento partidos nuevos, escisiones de otros existentes o marcando individualidades rompiendo con coaliciones anteriores.

Aparecen en escena, además del ya instaurado Ciudadanos, Vox, con un representante ya de la provincia en el Congreso, y el partido Acción por Córdoba. Este, está liderado por anterior militante y ejercitante político popular, que ahora se desmarca del PP en su carácter independiente, cuando curiosamente el Partido Popular cordobés incluye entre sus listas candidatos independientes.

Por la parte de la izquierda, al tradicional PSOE-A, confluyen por separado, y más fragmentados aún que la derecha, los partidos a la izquierda de los socialistas. Por una parte, la coalición Podemos-Izquierda Unida, se rompe y concurren por separado, habiendo sido IU el socio del gobierno socialista en el Ayuntamiento; y por otra, el partido Ganemos, ahora Ganemos en Común Córdoba, con la problemática de su lista anulada al encontrase con su «otro yo» distinto Ganemos Córdoba, sin implantación política local.

Está bien que las distintas convicciones políticas salgan del bipartidismo y se reflejen en otros partidos, pues harán más por velar y controlar la acción del que está en el poder.

Eso es una cosa, y otra muy distinta es que determinadas ideas particularísimas que perfectamente pueden encajar en los partidos existentes, con la necesaria flexibilidad, tolerancia y comprensión de éstos, quieran justificar la creación de un nuevo partido.

Parece que está de moda constituir nuevos grupos políticos, pero ello no implica más democracia, incluso puede ponerla en riesgo, porque romper lo ya fragmentado provoca posiciones más divididas, y lo que es peor, el liderazgo personal de las formaciones se interpone en el fin del cargo público que es representar y defender los intereses generales de los cordobeses. En este caso, divide y perderás.

* Abogada