Un miembro destacado y cercano al líder de la bancada socialista, tras terminar la sesión de investidura fracasada del candidato a la Presidencia del Gobierno por el que provisionalmente ahora la ejerce, defendiendo la posición política de su grupo, vino a indicar que se dilucidaba el Ejecutivo que España merece y necesita. Una verdad a medias, pues si es el que precisa no es el que se merece; y viceversa.

Por otra parte el representante de los vascuences nacionalistas en su intervención parlamentaria, tan taimado y atento a la tajada, alteró la vieja y propia metáfora de los que agitaban el nogal para que otros recogieran los frutos, llevándola al ámbito bucólico y hasta ecologista, cambiando nueces por setas, aunque rara, extraña e increíblemente renunciando a la incautación de un peluco de alta gama. Y todo para verlas venir.

Entre los previsibles populistas, radicales, y republicanos de izquierda, de nuestro irredento rincón nororiental, uno de sus falaces portavoces, que llegó con disfraz frailuno, pues a su conseguida enjundia le debe estar estrecho el de inocente cordero, apareció aconsejando sobrado al candidato con salomónica reprimenda.

Además, ultimando las diatribas parlamentarias, en su primera sesión, se levantó para abroncar al émulo de Frankenstein (Rubalcaba dixit) el melenudo comandante del grupo neocomunista, revelando airado y en síntesis lo nuclear de las negociaciones habidas previamente con la tríada femenil socialista: Calvo, Montero y Lastra, dando a entender que en ese futuro y pergeñado gobierno social-populista no se les ofrece lo que se merecen. Mientras que el candidato a la Presidencia del Gobierno de España, de un socialismo desnaturalizado, tal vez se recatase de los tan ciertos temores infundidos por esas formaciones extremistas tan demagógicas, muy suyas y poco recomendables.

Previamente, dado el multipartidismo, ante unas divididas formaciones de izquierda, la derecha se presentaba igualmente fraccionada anhelando cada porción exclusivo protagonismo. Estando servida con todo ello la ingobernabilidad del Estado.

* Doctor Ingeniero Agrónomo. Licenciado en Derecho.