Desde este altavoz deseo compartir con docentes y empresarios y todos los que de una u otra manera generan empleo y conforman el bienestar social, las conclusiones del IV Congreso Nacional de Formación Profesional celebrado recientemente en Málaga. Bajo el título: La FP, un camino seguro al empleo», se ha demostrado cómo la formación profesional es un modelo clave en la sociedad actual:

Nuevos entornos reales de mercado, otros conocimientos demandados por las empresas, innovación, (tenemos el dato de inversión de un 3% del PIB en I+D) robótica, cambio en el posicionamiento de los sectores económicos que crean riqueza y el desafío de un mundo digital que domina la realidad, son algunos de los factores que hacen necesitar nuevos técnicos que acompasen y hagan a las empresas más productivas.

La estrategia de crecimiento Europa 2020 necesita de profesionales con talento para trabajar en la recuperación económica de la Unión Europea, que colaboren y apoyen en una serie de reformas sociales y económicas que asienten las bases del emprendimiento y la empleabilidad. Si a esta consideración sumamos la de los retos sociales difundidos por el Foro económico mundial, sobre cambio climático, crecimiento de las urbes, eficiencia de los recursos, nuevas fuentes de energía y tecnologías asociadas, etcétera, estaremos trabajando para formar en las claves del empleo del futuro. En esta realidad se incardina la brecha de la nueva formación: altamente profesional, singular, flexible, sostenible, competitiva, interactiva con la universidad y con las empresas.

Actualmente el sistema de Formación Profesional se basa en la gestión de abundantísimos recursos interactivos de aprendizaje y en la calidad de sus resultados pero necesita de un diálogo abierto con los empresarios, auténticos tutores de este alumnado y de una formación permanente del profesorado. El éxito del sistema va por el camino del aprendizaje colaborativo entre todos, nuevas formas de enseñar: a ser y a hacer, para aportar a la empresa una formación integral responsable del desarrollo del sistema productivo.

En este modelo de vanguardia queremos estar. Formando para el empleo del futuro, conscientes de que estamos en una economía liderada por el sector servicios: turismo, salud, ocio, tiempo libre y tercera edad y menos crecimiento de empresas del sector industrial o tecnológico.

Todos estamos implicados de una u otra manera en el crecimiento económico, en la mejora de la tasa de paro con referencia a los países de la OCDE. Hagamos cada uno nuestros deberes en esta responsabilidad común y desde la formación, trabajemos por el reto de aportar a la sociedad perfiles de futuro, muy cualificados y de alto nivel profesional.

Para concluir, una frase del gran profesor, decía Ortega: «El desafío para la educación es acortar la distancia entre lo que los alumnos aprenden hoy y las realidades con las que convivirán mañana. ¡Este es nuestro reto!

* Dpto. Comunicación Zalima