Córdoba da entrada a la primavera con dos eventos de un atractivo especial que ponen fin a un invierno frío en actividades culturales. Se han iniciado este fin de semana y se mantendrán, en el caso de la Feria del Libro, hasta el próximo 2 de abril, y en el de la Bienal Internacional de Fotografía, hasta finales de mayo. Ambas, la primera en el bulevar del Gran Capitán y la segunda en distintas sedes que albergan catorce exposiciones, se acompañan de un amplio programa de actividades que darán pulso y movimiento a la vida cultural de la ciudad.

La Feria del Libro adelanta su fecha y se convierte en la primera que se celebra en Andalucía, abriendo ese circuito que autores y editoriales necesitan para dar a conocer sus novedades. La inauguración consistió en un acto de homenaje al poeta Ricardo Molina, fundador del Grupo Cántico, en el centenario de su nacimiento. El lujo de contar con el que fuera su amigo, el poeta y Premio Príncipe de Asturias Pablo García Baena, también miembro de Cántico, garantizó un gran comienzo para un certamen en el que la Consejería de Cultura activa un programa literario, Nuevos Clásicos Andaluces, del que cabe celebrar su objetivo de recuperar el patrimonio literario andaluz más reciente. La memoria es frágil, y la producción editorial alcanza tal ritmo que parece importante preservar obras de calidad que en apenas unas décadas desaparecen de las librerías y de la memoria colectiva. Los actos para la infancia son otro punto fuerte, y, contando también con algunos autores de relieve, se espera potenciar la afición a la lectura y el intercambio cultural.

En cuanto a la XV Bienal Internacional de Fotografía, esta edición se dedica a las guerras, un tema por desgracia necesario en el momento actual, de tanto dolor e incertidumbre en el mundo. La cita subraya el poder de las imágenes para influir, transformar y hacer reflexionar a la sociedad. La recuperada Maleta mexicana con fotografías de Robert Capa, Gerda Taro y David Seymur (Chim) es, en la sala Vimcorsa, la estrella de este cónclave artístico. La Bienal supone un repaso a la creación tanto internacional como nacional y de autores locales, y la distribución de sus exposiciones dará más vida a numerosos edificios y salas de Córdoba --la belleza de las sedes expositivas es un punto a favor del recorrido-- que permitirán disfrutar del impacto de la fotografía, desde la histórica a la de vanguardia. El encuentro, organizado por el Ayuntamiento, incluye conferencias, portfolios, mesas redondas e información que abarca desde las técnicas hasta las tendencias artísticas, pero siempre bajo el hilo conductor del dolor y del conflicto de las guerras. Mantener la calidad de la Bienal Internacional de Fotografía, con tres décadas ya a sus espaldas, es un objetivo claro, al que debe sumarse un gran esfuerzo de difusión para que cada vez sea mayor su proyección exterior, en beneficio de Córdoba.