Los escándalos que afectan a políticos y que se descubren en campaña electoral no son una moda, sino la constatación del grado de corrupción y/o desvergüenza al que llegan determinados aspirantes. Aún sin estar recuperados de las denuncias que sobre Trump se hicieron durante la reciente campaña a la presidencia de EEUU -y en medio del vendaval desatado con su llegada a la Casa Blanca-, en Francia, la candidatura de François Fillon a la presidencia de la república se ve cuestionada por el escándalo: contratar a su esposa como asistente por 500.000 euros y remunerar a sus hijos con dinero público. Trump superó los escándalos, pero Francia no parece USA. ¿Será una situación insuperable para Fillon?