Correr ya no es de cobardes. Cinco millones de personas en nuestro país, tres de ellos habituales, han hecho que esta sea la segunda modalidad deportiva más practicada en todas las edades y géneros, que te puedes encontrar en cualquier parque, camino o avenida de tu localidad.

Carreras nocturnas, diurnas, solidarias y de competición, urbanas y rurales, millas y medias maratones, hasta el «lechón cross» de Cardeña, suman las 61 pruebas que jalonan el calendario de carreras populares cordobesas que cada año cierra la San Silvestre, que alcanza ya su trigésimo sexta edición. Más de 40.000 deportistas participan esta temporada en el circuito cordobés en sus diversas categorías, siendo mañana una fecha central con la celebración de la carrera nocturna que organiza el club de atletismo Trotacalles, que hace semanas colgó el cartel de «cerradas las inscripciones» por agotarse los 5.000 dorsales previstos, la segunda gran concentración de corredores tras la media maratón.

No es un fenómeno local sino mundial que empezó en los Estados Unidos y se ha ido expandiendo como la globalización por toda Europa. Comenzamos hablando del jogging, después de footing y ahora de running, para referirnos siempre a lo mismo: salir a correr. Lo que más que una moda pasajera se está convirtiendo en un verdadero hábito sostenido que lo eleva a deporte de masas, concitando incluso encuentros internacionales en grandes capitales del mundo y toda una economía a su alrededor.

Si nos preguntamos el porqué de este boom del running en los últimos años que ha multiplicado sus seguidores, las respuestas vienen de la mano de su flexibilidad para encajar el deporte en la vida cotidiana moderna, su clara incidencia beneficiosa sobre la salud, además de ser relativamente barata. Todo ello sin descartar el aspecto añadido de socialización, que se potencia en la pertenencia a los clubes que cada día proliferan, o la concurrencia en carreras populares.

Correr engancha y te puede llevar a un estilo de vida que te reconcilie con tu hábitat, tu alimentación y tu cuerpo, porque es una actividad física completa y saludable, fácilmente practicable, que te permite despejar la mente y que podemos utilizar como válvula de escape para liberar el estrés. Es un pequeño placer cotidiano que equilibra el ritmo frenético al que muchos se ven sometidos. Exige una rutina sencilla y cierta autodisciplina, porque no todos están dispuestos a asumir los retos de una preparación, de alcanzar una marca personal decente, y de la constancia de un entrenamiento. Por eso se ha vuelto viral para personas de todas las edades y lugares del mundo, que procuran un modo de vida saludable que todos necesitamos.

* Abogado y mediador