A lo largo del mes de agosto, especialmente, los pueblos cordobeses celebran sus ferias y fiestas, en honor de “la Virgen de Agosto”, de san Roque, de san Bartolomé, de san Agustín... Las ferias, ya se sabe, surgieron por dos motivos primordiales: primero, como tiempo de descanso, tras la recolección de las mieses, al final del año agrícola, y en segundo lugar, como tiempo de provisiones para encarar el nuevo año, comprando los aperos, la compra y venta del ganado, especialmente las yuntas de mulas, y posteriormente, las exposiciones de las primeras maquinarias. Agustín Ramírez recoge en su artículo del programa de feria una letrilla que hace referencia a ese ámbito comercial de la feria: «A dónde vas tan deprisa, / a dónde vas tan temprano, / a la Feria de Hinojosa, / a comprarme los zapatos, las mantas y los aperos, que preciso para el año, / la mula que necesito / y el burro para el muchacho». Ahora todo es distinto. No hay más que echarle un vistazo a los actos programados: casetas, homenajes -a la mujer, a los niños, a la tercera edad-, concursos y campeonatos, orquestas y conjuntos musicales, y una «calle del infierno», la de los antiguos «cacharritos», que ofrece las nuevas atracciones con el último grito de la técnica, junto al punto final de la gran colección de fuegos artificiales. La Feria de Hinojosa del Duque se abrió anoche con un pórtico deslumbrante, el pregón pronunciado por Raúl Ramírez Ruiz, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, escritor prolífico, investigador nato en la Historia de Andalucía durante el primer tercio del siglo XX, en la Historia de China y Asia y en la criminalidad como fuente histórica. Raúl se ha sentido siempre profundamente hinojoseño y así lo puso de relieve en su pregón, ensalzando las virtudes y valores de su pueblo a lo largo de la historia, sus principales características y sus costumbres más destacadas. «La feria», como subraya el alcalde, Matías González, en su saludo, «es un buen lugar para vivir y convivir. Vivamos estos días con intensidad desde el respeto, la tolerancia y la hospitalidad». ¡Hermoso brindis para todos nosotros!

* Sacerdote y periodista