La rotura de una presa del gigante minero que dirige, la compañía Vale, ha causado 34 muertos y unos 300 desaparecidos en Brasil y existen mínimas esperanzas de hallar a alguno de ellos vivo. Un río de residuos minerales y lodo sepultó las instalaciones de la empresa y diversas viviendas rurales. No es la primera vez que esta sociedad minera provoca una catástrofe ecológica.