En estos tiempos en los que una imagen es capaz de dar la vuelta al mundo a la velocidad de la luz, el escrupuloso cuidado de la estética se ha convertido en causa mayor para los responsables de la puesta en escena de los personajes públicos. A nadie escapa que un descuido que pueda convertirse en mofa viralizada puede ser esa delgada línea que separa un éxito de un fracaso. En la Casa Blanca eso no parecen verlo muy claro. No contentos con la polémica que desató en su día la foto en la que una consejera de Trump clavaba su tacones de aguja en el sofá del despacho oval, ahora ha sido la propia primera dama, Melanie, la que escogió unos zapatos de estilo vertiginoso para visitar las zonas inundadas por el huracán Harvey. Manda tacones.