La constitución de los ayuntamientos dibujó el sábado un mapa de estabilidad para la provincia de Córdoba, con sonadas pero escasas excepciones. Entre ellas destaca la de un municipio importante, Baena, donde el exalcalde socialista Luis Moreno, que obtuvo dos concejales al presentar una lista independiente, ha facilitado una Alcaldía por turnos para el PP y Ciudadanos, descabalgando al PSOE tras 36 años en el poder. O Castro del Río, donde gobernará una independiente que rotará con el PP y el PSOE. O La Rambla, donde las malas relaciones PSOE-IU dan la alcaldía a la lista más votada, del PP. Pero, en general, las composiciones de los gobiernos locales prometen, a priori, un equilibrio que favorecerá la vida de los administrados. Que no es poco, pues en un momento en el que la política española debe acostumbrarse a que los pactos de gobierno son imprescindibles, se demuestra también que en las pequeñas poblaciones el conocimiento de los candidatos está por encima de las siglas y los ciudadanos mantienen mayorías absolutas: en Córdoba las hay en 59 de los 77 pueblos. Entre ese resultado y los acuerdos, el saldo arroja una mayoría holgada para el PSOE, que gobierna en 42 municipios, seguido del PP, que lo hace en 14 -entre ellos algunos grandes como Cabra, Priego y Pozoblanco-, y de IU, que asume 12 alcaldías. El mandato que comienza se sustentará, en la mayor parte de la provincia, en gobiernos sólidos.