Dos posturas sobre el paro registrado en marzo que conocimos ayer. Una, la de las expectativas. Quienes defienden las medidas tomadas por el Gobierno relativizaron los números -aún reconociendo que fueron muy malos- advirtiendo que si no hubiera sido por ellas, los datos hubieran sido aún peores. Y dos, la de la realidad. La estadística se puede retorcer a conciencia pero el impacto de estas medidas -y de su ausencia- se despejó un poco más en medio de la hojarasca ideológica.

Crece con fundamento la idea de que las pequeñas y medianas empresas y los autónomos son los grandes perdedores. Sí, del 13 al 31 de marzo se han destruido 834.000 puestos de trabajo (afiliaciones menos), a los que hay que sumar las 625.000 prestaciones de paro reconocidas por Trabajo y excluir los resultados de los ERTE en marcha (que no se incorporan a las cifras del paro registrado) más de 250.000. En definitiva, en torno al millón y medio de parados, extrapolando los dos primeros días de abril.

Pero además, se consolida sobre los acontecimientos: las medidas que ha tomado el Ejecutivo no han generado ninguna confianza en las empresas, fundamentalmente por tres razones. La primera, por la falta de flexibilidad. Desde la de los ERTE, muy relativa y sobre todo puntual, hasta las financieras, esperando como agua de mayo que lleguen de una vez.

La segunda, por la incertidumbre. Los anuncios previos de medidas que no están definidas, los cambios que han sufrido hasta llegar al BOE y el mismo retraso. El mejor ejemplo lo pudimos comprobar el fin de semana pasado.

Y la tercera, por la escasez de medidas fiscales -de oferta- frente a las habituales de demanda. No se necesitan créditos, sino ingresos. Y luces largas. Porque esto se acabará.

Hay que entender que las empresas se han convertido en el corazón del sistema económico. Son vitales. Sin ellas ni hay empleo ni hay ingresos públicos. Legislar tras los acontecimientos que -en efecto vuelan- sin contar con ellas es un inmenso error. La vicepresidenta lo sabe. Estamos a tiempo.

* Periodista