La 15 Cumbre Iberoamericana inaugurada ayer en Salamanca tiene en Enrique Valentín Iglesias García (Arancedo, Asturias, 29-3-1930) a su principal factótum. Y aún más lo será en futuras reuniones, porque hace un mes que es el responsable máximo de la recién creada Secretaría General de Iberoamérica que, con sede en Madrid, se encarga de coordinar las cumbres latinoamericanas. Hijo de campesinos asturianos que emigraron a Uruguay en 1934, Iglesias tomó la nacionalidad de aquel país, en el que llegó a ser presidente del Banco Central (el equivalente a nuestro Banco de España) de 1967 a 1969, y ministro de Relaciones Exteriores de 1985 a 1988 (con Sanguinetti de presidente de la República). Su vocación de servicio en pro de América Latina le llevó a desempeñar durante 17 años el cargo de presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). "El desarrollo económico de América Latina --ha insistido sin desfallecer-- es un buen negocio que beneficia a todo el mundo". Más: "El siglo XXI debe ser el siglo de la solidaridad". Parece claro que se le ha hecho menos caso del que merecía.