No pretendo descubrir América cuando, salvo cosas extrañísimas, está todo descubierto. Aunque aguas pasadas no mueven molinos, me mueve a escribir esto motivado por la denuncia con marcha al lugar incluida, que hicieron un buen grupo de sindicalistas, sobre la infrautilización del hospital de Los Morales, reclamando que sea un verdadero hospital, como complemento al Reina Sofía, ocupándolo plenamente.

Dada la infraestructura viaria tan deficiente que padece para su acceso, hoy por hoy parece un puntito utópico. Creo más oportuno su destino como residencia de tercera edad y que para la necesaria ampliación o redistribución del Reina Sofía, fuesen adecuados los magníficos edificios de Agrónomos o la Escuela de Magisterio del Sector Sur; edificios en los que ahora, nuestros políticos se andan devanando los sesos, buscándoles una utilización aceptable y, para mí, cuestionable.

«Brillante» la actuación de nuestros políticos deshaciendo y haciendo cual Penélope para rechazar pretendientes esperando a su esposo; ellos lo hacen con edificios y solo dan la talla como actores de teatro.

Lo más aberrante, pese al tiempo transcurrido, fue que mientras los sinecuras centrales y los autonómicos, con la mirada hacia otro lado de los municipales, discutían la cesión, o no, y su utilización, se propiciara el desvalijo descarado de la Residencia Antigua y su posterior derribo.

Este edificio tenía una distribución en tres cuerpos unidos en su arranque, que se separaban radialmente permitiendo fáciles ampliaciones futuras aprovechando su gran solar trasero.

Vienen diciendo que la crisis del país y la banca la hemos causado los ciudadanos de a pie, al vivir por encima de nuestras posibilidades. Seguro que las crisis, más bien la provocaron los muchos políticos sinecuras, al vivir por encima de sus posibilidades en cuanto a capacidad de conocimientos y de gestión.