El comercio de noticias falsas es «un negocio familiar» en Macedonia del Norte, donde una red de parientes y amigos elabora información inventada y la distribuye en las redes sociales en busca de ingresos publicitarios, explicó a Efe el investigador de la Universidad holandesa de Leiden Peter Burger, que lleva dos años estudiándolos. «Se trata de un puñado de aficionados, en el sentido de que tienen un trabajo y esto lo hacen solo por dinero. Llegan a millones de personas pero no tienen intención de influenciar a una audiencia, lo cual los diferencia de los trolls rusos, que sí tienen un objetivo político claro», explicó. La red se llama Kumanovo, y lanza noticias falsas sobre inmigrantes y discursos de odio, todo ello en inglés.