Cuando acabe esta noche de viernes, a las 0.01 horas del sábado 25 de mayo comenzará la Feria de Nuestra Señora de la Salud, de Córdoba, en el espacio de El Arenal, cerca del estadio de fútbol El Arcángel (de malos recuerdos esta temporada) y del río Guadalquivir, uno de los santos y seña de la ciudad. Y además con el añadido histórico de que estamos en campaña electoral de las elecciones municipales, que se celebrarán el domingo 26 de mayo. Por lo que nos ha sido imposible no retornar al comienzo de la democracia, hace cuarenta años, cuando a Córdoba la suerte le designó que tendría que celebrar elecciones cada cuatro años por mayo. Y claro, antes de en El Arenal, hasta 1994, hace ahora 25 años, el Real siempre estuvo en el Paseo de la Victoria, donde celebramos las primeras campañas electorales en Feria. Tiempos aquellos en que la Feria era un jardín en el que Los Verdes, la CNT y el Círculo Cultural Juan XXIII se colocaban al norte del Paseo de la Victoria y la caseta de las feministas, La Malva, al sur. En medio, sin definición locativa, AP --en la parte más arriba de los jardines--, la del PSA entre césped y polvo, a la misma altura, la Caseta del Pueblo, del PSOE y la UGT, en mitad de camino entre norte y sur, y por último, sin llegar a apurar los límites del sur, CCOO y el Partido Comunista. En mayo de 1982 las elecciones proporcionaron champán socialista a las diez en un tiempo en el que UCD daba ya pena, con su caseta, la primera noche de Feria, cerrada, apagada, desahuciada, sin ángel, sin vida. Y la de AP, con Hernández Mancha con qué hace un chico como tú en un sitio como éste, las rubias ninfas de Nuevas Generaciones y la separación en las urnas de AP y UCD. En el 83, cuando las elecciones eran municipales y Anguita arrasó, escribía yo en una columna en La Voz de Córdoba: «Es que los de La Voz sois de izquierdas» decía, «impedimentosa», la mujer de Ricardo Rojas, un mozo con ambiciones políticas y demás mundos. Y el compañero contestó sorprendido, perplejo y casi harto de acusaciones políticas: «¿Y qué tiene que ver el culo con las témporas y el trabajarse la fémina con la enmienda a la totalidad de la ley de despenalización del aborto de Fraga?». Eran aquellos tiempos, cuando éramos más jóvenes, de Los Patos, reducto de la acracia mezclada con olores de hamburguesa que estiraba la noche a base de ligue en Medicina, cubata en la CNT y bebidas ecológicamente blandas en Los Verdes de Alberto el verde, aquel ecologista-periodista que se nos fue. También estaban las walquirias bronceadas de AP, Diego Alonso, del PSOE, Antonio de la Cruz, el recién concejal de AP y su Abrevaero, y Charo Gutiérrez, que ya se iba para Canal Sur. Aquellos tiempos de elecciones en Feria.