Los autónomos nos jugamos mucho este 28 de abril. En los últimos años hemos sido los protagonistas del empleo, y las medidas que se han aprobado apoyando nuestro impulso han resultado vitales para la recuperación de la economía en España. Si algo funciona la lógica dice que se debe seguir esa senda. Esta crisis de la que solo han sobrevivido el 60% de los autónomos que había en 2008 ha demostrado que somos la clave del cambio y la llave de la recuperación del empleo. Pero los programas y debates electorales olvidan en gran medida los verdaderos problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día. La economía sumergida y la competencia desleal, la morosidad son una losa para muchos de los autónomos que han mantenido su actividad y creado empleo y por supuesto para los que se han lanzado a emprender y están transformando desde la base nuestra economía y nuestro mercado laboral.

Este es el momento en el que no nos podemos conformar. En el que exigimos recibir lo que nosotros hemos dado durante estos años. Es el momento de no dejarnos llevar por distracciones ni populismos. Es el momento de dar seguridad y certidumbre a los autónomos, de poner el acento en los acuerdos y legislar para que consolidemos nuestros negocios. Se habla de adecuación de cuotas o de bajada de impuestos, pero no se concreta qué pasará con nuestras pensiones si se bajan las cotizaciones, ni si se tiene en cuenta a los autónomos societarios, a los colaboradores, ni se nos iguala en derechos a un asalariado olvidándonos en las ayudas o prestaciones sociales tras el cese de actividad o los subsidios a los que tienen derecho los mayores de 52 años. Las organizaciones de autónomos estamos preparadas para darles las claves de lo que serían buenas reformas. Solo hay que estar dispuesto a sentarse con nosotros en una mesa, escuchar, añadir nuestras propuestas a los programas electorales y, lo más importante, que no se generen ni falsas expectativas ni alarmas innecesarias. Cuando se ha hecho, insisto, como en Andalucía, se ven los resultados y ya podemos hablar de que el 70% del impulso emprendedor español es impulso andaluz.

Los autónomos son sinónimo de esfuerzo, de adaptabilidad y de innovación. Qué menos que esperar que quien debe gobernar este país tenga esa misma aspiración. Y que sepa que en el centro de la evolución, y revolución, es necesaria nuestra forma de comprender el trabajo.

Los autónomos hemos marcado el camino. Los políticos, tras el 28A, deberían mirarse en este espejo.

* Presidente de ATA